jueves, junio 04, 2015

a las palabras pendientes

Dicen que las palabras pasan y son los momentos los que quedan,
pero, ¿qué pasa con aquellas que quedaron pendientes, el adiós inconcluso,
la pregunta latente, el te quiero olvidado y el consuelo inminente?
Esas palabras no pasan, quizás porque no hay momentos que se las lleven, 
se agolpan, y duelen.

Se convierten en un cerro cansado, pesado, en una carga latente, constante, insistente,
que buscan el primer momento, que les recuerde, para huir en una fuga inconsciente, 
navegan cual barco a la deriva por una diatriba a la vida y a la muerte, 
al injusto momento que no llegó, al que con un cansado anhelo esperaron pacientes,
para convertirse de palabras altivas, hermosas, insulsas y latentes, 
en unas melancólicas palabras pendientes

Son estas las que, aparentemente sin sentido, golpean una y otra vez y de alguna extraña manera logran recordarte cada mañana que sientes,  y que aun sigues aquí... vivo.
  

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