hace unos días alguien hablo que en nuestras vidas existian limites que pretendian demarcar el espacio personal, en el cual nos encontrábamos cada uno de nosotros con sus particularidades, emociones y necesidades entre otras cosas, y que esta barrera o limite pretendía no solo separar lo que es de lo que no somos, si no que resguardaba de manera recelosa cada fragmento y esencia del resto del mundo construyendo una fuerte barrera que nosotros y solo nosotros tenemos derecho a levantar y saber a quien dejamos entrar y a quien no.
fue ahí donde me di cuenta de la importancia que representaba esta historia de los limites en la vida de cada uno, y sobre todo de la mía, puesto que me he pasado gran parte de mi vida buscando saber donde termina una cosa y donde comienza la otra, queriendo saber como debo comportarme y tener la mayor cantidad de control posible ya sea de las cosas, las situaciones, mis emociones; en fin de todo cuanto se me aparezca en mi camino y represente una amenaza de inestabilidad.
porque claramente ....odio la inestabilidad, crecí en ella, en no saber donde estaba parada, sin saber donde comenzaba yo y terminaba el otro, todo esto al final no solo te deja confundida y sin la posibilidad de predecir que va a pasar como para prepararse o tener la posibilidad de defenderse, si no que además te convierte en alguien vulnerable, en una presa fácil que comienza a desconfiar de todo y todos los que se acercan y comienza a crear diferentes secretos, resguardo y protecciones que rara vez tiene que ver con volver a generar un limite, más bien tiene que ver con levantar muros infranqueables ....defensas.
O por lo menos eso me paso a mi, que entre problema y problema me sentí perdida, sola y tan vulnerable que de un día para otro no basto con tener un limite, que ni intacto ni roto me sirvió como refugio, porque el peligro, el miedo y el dolor estaban dentro de el ... fue tanto el miedo que pensé que seria buena idea destruirlo, borrar el limite de lo que significaba mi secreto, mi vida en su mas pura y tosca naturaleza...pero me equivoque.
no solo me equivoque, si no que comencé a transar me en medio de todo este revuelo sin saber bien que debía hacer comencé a decir verdades a diestra y siniestra, o eso pretendía, puesto que al no haber un privado el circulo del limite perdía validez. pero error tras error me fui desbordando e involucrando a quienes no tenían ni ton ni son en esta pieza musical, pues los solos no pueden hacerse en conjunto.
fue así como comencé a decir verdades, medias verdades y mentiras y deje de saber que sentía realmente, de hecho no creo saber que siento actualmente, lo único que tengo certeza otra vez es que los limites están no para aislarnos, mas bien es para resguardar nos y no solo de los peligros del mundo si no de lo peligrosos que podemos llegar a ser nosotros mismo dañando a quienes queremos en el proceso de deshago y compresión....
