viernes, diciembre 08, 2017


Hace mucho tiempo que no te escribo,
 hace mucho tiempo que no te pienso, 
hace mucho tiempo que ya no te siento...


No se cuantas entradas he comenzado con ..."han pasado muchas cosas desde la última vez que te escribí", pero parece que esta será una de ellas. Han pasado tantas cosas y de alguna extraña manera siento que estoy estancada, pero no soy la misma, quizá la sensación tiene más relación con que me siento en una espiral sin fin, donde todo parece igual, pero al detalle no lo es. 
Supongo que todo lo que ha pasado estos meses, y sobretodo esta semana me han hecho volver a pensar en ti, en cuanto te extraño, en lo lejano que parece todo, pero han pasado 3 años desde que moriste, pero 11 años desde que te fuiste. Parece todo tan extraño y atemporal, que a veces siento que entro y salgo de distintas realidades y que evito pensar en ello por lo mucho que extraño. 
Te extraño a ti antes de enfermar y tirar por la borda toda nuestra relación, te extraño a ti enfermo con esos momentos fugaces donde lográbamos conectar, te extraño a ti en esos breves e incómodos momentos de hospital, te extraño a ti en esos vacíos y silenciosos momentos en que estabas semi consciente en el hospital. 
Pero pese a eso, hoy tengo rabia, mucha rabia, tanta rabia que no se que va  a pasar con ella ni conmigo, si no logro transformarla. 
Estos días, movida por el efecto revote de los funerales (los cuales siguen siendo dolorosos, como volver a enterrarte), me puse a revisar los correos que hace tantos años me mandabas, los libros que prometiste escribirme y que, aun espero en secreto que por arte de magia lleguen a mi puerta, y correos con información por si algo te pasaba en tus viajes.
Me di cuenta como iban cambiando a cada vez ser más breves, más cortantes y señalándome a mi como la que te apartaba de mi vida. Que habría dado porque te dieras cuenta que me moría por tenerte en ella, pero tus acciones tuvieron tantas consecuencias, que sentía que si me movía un poco más cerca de ti me iba a romper o peor se podían haber roto más la mamá o el bicho. 
Y sentí rabia, aun la siento, porque comencé a recordar las veces que fueron más complejas, las veces que me quedaba toda la noche llorando, las veces que te esperaba lista y tu no llegabas porque estabas borracho, las pocas veces que llamabas para avisar que algo te había pasado, siempre una historia muy trágica, y yo me quedaba angustiada por ti. 
Así podría nombrar las mil veces que nos o me hiciste responsable de tantas cosas malas que pasaron, nunca era suficiente para ti, y eso me hizo poco a poco pensar que yo no era suficiente para ti, que te decepcionaba por mi apariencia, por mi carrera, por como resolvía las cosas con 16 años y una mamá sin memoria. 
Todo dolió tanto, que hasta el día de hoy me pregunto si no merezco que la gente pele por mi, todos se van con tanta facilidad de mi vida, aunque hablemos a lo lejos o un par de palabras durante el día hasta la gente que nunca más vi. Termino por atesorar esos momentos, pero nunca es suficiente y llega el vacío y me transformo en alguien parecido a ti, porque nunca es suficiente,,, y es una espiral de la cual no se como salir....solo logro frenar las emociones... pero sigo aquí... golpeando el tiempo... escondiéndome para no sentir... no la soledad...sino la tristeza de nunca ser suficiente..