En algún rincón de mi hay un baúl, con un fondo infinito, donde se van las cosas que hacen dolor, que generan tristeza, algún tipo de angustia, dolor y/o ansiedad. Tiene recuerdos grandes y también chiquitos, de todos los tamaños y especies que se puedan imaginar, hay emociones, momentos sensaciones, todo lo que constituye cada una de las cosas con las que no he podido lidiar, o que dije "para después".
Ese baúl pareciera tener vida propia en algunos momentos y a esta altura decide por si mismo que cosas son de sus dominios y cuales no, es una ayuda, pues permite que en lo cotidiano pueda funcionar sin mayores complicaciones, me hace aparentar que soy normal.
Pero en otros momentos, en días como hoy por ejemplo, que tiene que capturar un nuevo recuerdo, este autónomo y sabio baúl pierde el control de lo que hace (como todos en algún momento) y deja escapar algunos de estos. Pareciera no ser tan terrible, inclusive sano, pero solo me recuerda que estoy a años luz de serlo... estar sana, sanar... sólo me recuerda cuantos fantasmas me persiguen y cuan débil soy en esos momentos.
Dicen que uno solo se enfrenta con las cosas o situaciones que puede manejar, explicación de porque crece cada día más, porque en días como estos siento que no puede manejar nada, ni mi vida, ni el ser buena persona, menos ser una buena amiga.
En días como estos, debería poder faltar al mundo, hacerme bolita y no salir de mi casa hasta que los fugitivos sean nuevamente apresados, porque parece que siempre seré una victima de las circunstancias, siempre repetiré los mismos patrones y a la larga siempre tendré el mismo resultado no importa cuantas cosas distintas haga, siempre seré la pobre y solitaria Cami que carga con un baúl de tormentosos recuerdos, a la cual todos miran con pesar y compasión mientras ven como intenta nuevamente ahogar toda esa desesperación.
Cuando este baúl se abre hace que todo el día sea gris, que mi cuerpo y mi cabeza funcionen más lento, que tenga pena a destajos y rabia por montón, que busque poder herir a alguien, por el simple hecho de comprobar todas esas voces que suenan y dicen lo fracasada que soy tienen razón, busco herirme a mi misma de alguna manera para ver si eso alivia el pesar.
Al final, se que solo es parte del día, de un mal día que va a pasar, y solo hay que sobrevivir a las oleadas, aferrarse a lo que encuentre o a mi misma y avanzar hasta que este baúl logre, nuevamente, a todos esas sensaciones capturar.